Las y los capitalinos pueden expresar la libertad de vivir en una ciudad en la que la Innovación y los Derechos cada día son más una constante. Somos parte de la transformación de retos en oportunidades y por ello, somos un gobierno que respeta, preserva y brinda garantía a las libertades individuales y derechos. La Ciudad de México es su gente, y somos los y las capitalinos la arquitectura de un futuro sustentable, justo y de vida digna en paz.
CIUDAD IGUALITARIA Y DE DERECHOS, EDUCADORA Y DE BIENESTAR
Ciudad vanguardista en la ampliación de derechos humanos, la Ciudad de México ha trabajado de forma progresiva en la construcción de la igualdad como un eje articulador de su acción gubernamental. El Plan General de Desarrollo 2020-2040 reconoce a la educación, la salud, la seguridad social, la vivienda, el deporte, la cultura y el trabajo como derechos sociales y humanos fundamentales; por ello, la capital continuamente desarrolla estrategias y acciones para revertir las carencias, desigualdades sociales y rezagos territoriales que afectan a personas y grupos que enfrentan condiciones de desventaja. Tan solo en 2018, 30.6% de la población vivía escenarios de pobreza multidimensional. Esta situación puede verse agravada por los efectos de la pandemia de COVID-19 debido a la pérdida de empleos e ingresos, por lo que la ciudad está trabajando en mecanismos para que las y los capitalinos cuenten con oportunidades de desarrollo, inclusión y participación.
Con esta nueva mirada, se ha fortalecido el Sistema Integral de Derechos Humanos como guía y palanca de planeación para asegurar la progresividad de los derechos y crear espacios incluyentes, libres de discriminación y violencia, ya que aún se experimentan desigualdades estructurales que son necesarias erradicar. Estas se expresan en el acceso y disfrute de servicios y derechos, en las disparidades prevalecientes en las zonas rurales, en las brechas entre hombres y mujeres, en la incidencia de la violencia, entre otras.
En esta ecuación, los programas del Gobierno de la Ciudad de México incorporan de manera transversal principios de derechos humanos como el de no discriminación, el interés superior del niño y las perspectivas de género e interculturalidad.
CIUDAD DE MOVILIDAD INTEGRADA, INCLUYENTE Y RESILIENTE
La Ciudad de México se ha planteado como objetivo un sistema de movilidad de bajas emisiones, accesible, eficiente e incluyente, que ayude a convertir a la gran urbe en un espacio mucho más habitable, sano y seguro. Con 19 millones de viajes diarios, en 2020 la capital fue considerada como una de las 30 urbes con peor tráfico en el mundo al experimentar 226 días de congestión vehicular al año; esto con base en los índices globales de tráfico, como TomTom. Paralelo a ello, el sector de la movilidad genera el 74% de las emisiones de CGEI, con consecuencias en la calidad del aire y la salud pública. Esto plantea un reto para el desarrollo de infraestructura sostenible en una ciudad caracterizada por serias desigualdades socio-espaciales e inequidad en las condiciones de viaje y los tiempos de traslado que afectan de manera importante a las periferias y a las mujeres.
Con la finalidad de cumplir con el derecho a la ciudad de todas y todos los que la habitan y transitan, la estrategia tiene como base un triple propósito: 1) integrar, 2) mejorar y 3) proteger.
Integrar para optimizar la infraestructura física, operacional y la intermodalidad de los distintos sistemas de transporte público (autobuses, Metro, Metrobús, Tren Ligero, Trolebús, Cablebús y ECOBICI) de la zona metropolitana y sus periferias, y que se encuentran fragmentados tanto físicamente como en sus sistemas de pago, lo que dificulta una conexión segura y rápida. El objetivo es generar una visión y planificación de la movilidad ligada a políticas de desarrollo social y urbano, medio ambiente e infraestructura.
Mejorar las condiciones del transporte público y del espacio peatonal para garantizar una mayor accesibilidad, seguridad, comodidad, higiene, mantenimiento e ingeniería de tránsito, dados los retos de rescate y rehabilitación urbano-ambiental, así como de gestión integral del riesgo y vulnerabilidad, frente al deterioro de la infraestructura de transporte, avenidas e instalaciones peatonales. Mejorar el transporte –incluido el de carga– hacia tecnologías menos contaminantes, ya que en la actualidad contribuye al 50% de las emisiones de partículas PM10 y PM2.5, y fomentar una transición tecnológica del transporte hacia la descarbonización, con opciones como la electromovilidad.
Proteger a las personas con infraestructura eficiente y para evitar accidentes viales y actos de violencia. El robo y asalto en transporte público afecta al 31% de los usuarios y se ha convertido en el delito con mayor incidencia en la capital, por lo que se debe trabajar en garantizar la seguridad, protección e inclusión de las personas en el transporte.CIUDAD LIBRE, CREATIVA Y PLURICULTURAL
La Ciudad de México está convencida de que la cultura es un acelerador del desarrollo sostenible. Su Constitución reconoce el carácter intercultural, pluriétnico, plurilingüe y pluricultural de la urbe, así como los derechos culturales de sus habitantes y visitantes, en tanto vehículos de identidad, creación y expresión, libertad y reconocimiento. Su política cultural está orientada a la construcción de comunidad, a la relación con el territorio, a la recuperación del espacio público, al disfrute de los bienes culturales, al desarrollo de condiciones de convivencia y paz, y al bienestar de las personas. Por ello, se seguirá trabajando en la protección, conservación y restauración del patrimonio cultural, arquitectónico, biocultural e inmaterial de toda la ciudad.Sin embargo, tal como sucede en otras esferas de la vida pública, los sectores sociales menos favorecidos y las periferias no han podido disfrutar de sus derechos culturales. La capital busca disminuir estas desigualdades socio-territoriales y de inequidad con una nueva distribución territorial de las políticas culturales a través de una política de descentralización y de coordinación con las alcaldías, para hacer llegar los bienes culturales a todas las personas, pues es clara la vinculación indisociable de los derechos culturales y los derechos humanos, y la importancia de la libertad y la diversidad cultural en la vida de individuos y comunidades. En este contexto, el papel de los creadores y las organizaciones sociales es fundamental para la concientización social de los derechos culturales de todas las personas, para el mejoramiento de las industrias culturales y creativas, y para la cooperación internacional cultural.
En esta ecuación, los derechos culturales de pueblos, barrios originarios y comunidades indígenas residentes en la ciudad también se encuentran protegidos constitucionalmente. La capital genera estrategias de promoción, difusión y valoración de la cultura y cosmovisión indígenas, de sus formas de organización, de su relación con la biodiversidad, así como para la creación de espacios de inclusión social y bienestar.
Para la Ciudad de México, 2021 es un año significativo. En reconocimiento a su patrimonio histórico, riqueza y diversidad cultural, ha sido reconocida como “Capital Iberoamericana de las Culturas 2021” por la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI). Este reconocimiento se otorga en el marco de una triple conmemoración de la historia de la gran capital, pues se evocan los 700 años de la fundación lunar de México, 500 años de la caída de México-Tenochtitlán –punto de inflexión en el proceso de conquista del territorio– y los 200 años de la consumación de la lucha de Independencia, con la entrada victoriosa del Ejército Trigarante. Asimismo, se celebran los cien años del inicio del muralismo mexicano y del fallecimiento de Ramón López Velarde, el poeta de la patria.
Así, 2021 será un año de reconciliación histórica, integración social y económica, y dignificación de los pueblos originarios. Un año que nos dará oportunidad de repensar la cultura como factor clave para la resiliencia de la ciudad de cara a los retos que nos impone la pandemia, y el papel que la cultura juega en nuestro objetivo de convertirnos en una metrópoli innovadora y de derechos.
CIUDAD EN PAZ Y CON JUSTICIA
La inseguridad pública es un grave problema que afecta a la Ciudad de México, y por ello requiere de intervenciones que ataquen las raíces estructurales e institucionales de la violencia e inseguridad. Debido a esto, la estrategia de seguridad y justicia comprende cinco pilares: atención a las causas estructurales del delito; mejoramiento de las policías; coordinación interinstitucional; inteligencia policial, de datos y social; y eficiencia de un marco habilitador que incluya la impartición de justicia.Dado que la inseguridad y la violencia también son expresiones de las desigualdades socio-territoriales de la megalópolis, se tiene como eje conductor la atención de causas estructurales a partir de la educación, la cultura, la salud, el deporte, el esparcimiento y la rehabilitación de espacios públicos y de transporte, usándolos como herramientas para la igualación de oportunidades de desarrollo, inclusión y participación, pues la carencia de bienes y servicios ha impactado negativamente la calidad de vida y vulnerabilidad de muchas comunidades de la capital.
Asimismo, parte de la estrategia implica la modernización de la infraestructura policial, la formación y capacitación de cuerpos policiacos y la inteligencia para producir conocimiento sobre condiciones propensas al crimen y su combate, a fin de alcanzar una seguridad ciudadana óptima basada en los derechos humanos. En esta dinámica, la coordinación metropolitana con alcaldías fronterizas, el Estado de México y el Gobierno Federal tendrá que fortalecerse aún más para garantizar la seguridad en zonas limítrofes del área conurbada y disminuir los índices delictivos y la corrupción policiaca.
El intercambio de experiencias es clave en la formulación y el fortalecimiento de las acciones para lograr una ciudad más segura. Por ello, en 2019, la Ciudad de México asumió el liderazgo del Foro Mundial sobre Ciudades y Territorios de Paz, un proceso de reflexión global iniciado en 2017 en Madrid que pretende identificar las causas de los distintos tipos de violencia y proponer soluciones para mejorar la convivencia en los territorios. Acompañado por más de 20 organizaciones internacionales integradas en un Comité Organizador Internacional, se han realizado más de 30 actividades que favorecen el diálogo multiactor y multinivel, incluyendo seminarios, publicaciones y talleres, entre otras.
De igual manera, la protección civil es un elemento clave en nuestro objetivo por conseguir la seguridad, en especial ante la vulnerabilidad de la Ciudad de México frente a desastres naturales (como los sismos), meteorológicos o emergencias sanitarias. Con el propósito de disminuir estas vulnerabilidades ante la ocurrencia de riesgos y emergencias, se ha incorporado una perspectiva de los derechos humanos y de género en la gestión integral de riesgos, así como un esquema preventivo para aumentar la resiliencia de la capital.
CIUDAD DIGITAL, INNOVADORA Y BASADA EN EL CONOCIMIENTO
Por su carácter transversal, la ciencia, la tecnología y la innovación son herramientas fundamentales para mejorar la calidad de vida de las personas y lograr el cumplimiento de sus derechos humanos. Con un enfoque renovado, la Ciudad de México está instrumentando una estrategia de modernización tecnológica con el f in de acercar a las y los ciudadanos a los servicios de la metrópolis. Desde 2019, la capital cuenta con la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), encargada de proveer soluciones tecnológicas para el gobierno; fomentar la transparencia, el gobierno abierto, la participación ciudadana y la inclusión digital; crear infraestructura y habilitar la conectividad; así como simplificar trámites, servicios y optimizar la atención ciudadana.
Para lograr un gobierno abierto y la digitalización de los servicios, se han utilizado herramientas tecnológicas para transparentar la información, los gastos y las compras del gobierno, gracias a mecanismos como Tianguis Digital; y garantizar una mayor participación ciudadana a través de plataformas como Plaza Pública –que permite expresar opiniones y propuestas o discutir temas de interés público– y de aplicaciones que reducen los tiempos de interacción y los registros en papel, mismas que han sido de utilidad durante la emergencia sanitaria por la pandemia de COVID-19 para eliminar las cadenas de contagio. Hacia el futuro, el reto es mantener estas plataformas actualizadas y funcionales para asegurar su sostenibilidad y la atención al público.
Con la intención de que la inclusión digital sea un medio de democratización al acceso a la tecnología, comunicación e información, la Ciudad de México cuenta con 13,694 puntos de conectividad gratuita de Internet, además de aumentarse la velocidad de acceso. Con ello, se coloca como la segunda urbe del mundo con más puntos de acceso gratuitos a Internet, solo después de Moscú. Y, por este avance en la infraestructura, ganó el premio WSIS 2020 de la Unión Internacional de Telecomunicaciones. La megalópolis también posee importantes capacidades científico-tecnológicas al albergar universidades y centros de investigación públicos y privados. La creación de la Red ECOS, de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación, tiene como objetivo articular esfuerzos y capacidades para potenciar la interfaz ciencia-política y sustentar las soluciones de los problemas de la metrópoli en evidencia científica y aplicación tecnológica.
Desde sus fundamentos y gracias a su ubicación geográfica clave, la Ciudad de México es una ciudad global histórica. Cuna de civilizaciones, puente y punto de encuentro, donde el intercambio cultural, económico y social han permanecido durante siglos, generando una sociedad y una ciudad basada en la diversidad, para ser hoy una ciudad abierta, democrática solidaria y en transformación constante.
Nuestro programa de gobierno actual, se orienta a que la capital de México siga consolidándose como una ciudad innovadora y de derechos. Es por ello que, reconocemos en los lazos y acciones internacionales la oportunidad de generar diálogos de apertura de oportunidades, para enriquecernos con las experiencias innovadoras de otras ciudades. A su vez, participamos en foros internacionales para compartir nuestro proyecto de ciudad y de esa forma aportar al desarrollo de otras ciudades.
La Acción Internacional de la Ciudad de México se integra por tres grandes líneas de acción:
1) Aprendizaje: para potenciar el intercambio de conocimientos, experiencias y buenas prácticas con países y ciudades de todo el mundo.
2) Liderazgo: para impulsar el reconocimiento de la Ciudad de México como una Ciudad Global, Innovadora y de Derechos.
3) Ciudadanía: para promover la participación ciudadana en la Acción Internacional de la Ciudad de México y fomentar nuestro sentido de pertenencia a una ciudad global.
Nuestro programa de gobierno actual, se orienta a que la capital de México siga consolidándose como una ciudad innovadora y de derechos. Es por ello que, reconocemos en los lazos y acciones internacionales la oportunidad de generar diálogos de apertura de oportunidades, para enriquecernos con las experiencias innovadoras de otras ciudades. A su vez, participamos en foros internacionales para compartir nuestro proyecto de ciudad y de esa forma aportar al desarrollo de otras ciudades.
La Acción Internacional de la Ciudad de México se integra por tres grandes líneas de acción:
Aprendizaje
Para potenciar el intercambio de conocimientos, experiencias y buenas prácticas con países y ciudades de todo el mundo.
Liderazgo
Para impulsar el reconocimiento de la Ciudad de México como una Ciudad Global, Innovadora y de Derechos.
Ciudadanía
Para promover la participación ciudadana en la Acción Internacional de la Ciudad de México y fomentar nuestro sentido de pertenencia a una ciudad global.
El Capítulo 20 de la Constitución Política de la Ciudad de México nos reconoce a las y los capitalinos como habitantes de una “Ciudad Global”, por lo que las acciones internacionales deben conducirse de forma abierta, con responsabilidad global y a través de la fraternidad.
Diversificamos nuestros vínculos de cooperación con actores internacionales de distinta índole, desde gobiernos locales y nacionales, hasta redes de ciudades, organismos internacionales, ONGs e instituciones privadas con el fin de fortalecer el liderazgo de la Ciudad de México.
De la misma forma, impulsamos la participación ciudadana, así como acciones de la CDMX orientadas a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 y otras agendas globales de desarrollo, especialmente en el contexto de recuperación post Covid-19.